Recuerdo detalles graves y livianos,
soñé acariciar tu pelo mientras te pintabas,
frente al espejo del baño.
Soñé tu mirada sonrojándome el alma,
clavándose directa y descarada,
sincera, pura.
Soñé pasear contigo por tu querida playa,
esa que te robó tanto hace ya tanto,
y a la que envidio por ello.
Soñé que te cogía de la mano y paseábamos.
Soñé que me llevabas en tu coche al trabajo.
He soñado con nacimientos y alguna defunción.
Con comidas rápidas de tiempo acotado,
escapadas urgentes de la rutina,
mudanzas, algún viaje.
Recuerdo algún sueño terrible,
entre errores y decepciones,
pero también recuerdo sueños hermosos.
Y sé de muchos más sueños que ahora no recuerdo.
Los sueños son así y los míos,
siempre terminan durmiéndome a tu lado.